Yo de pequeña quería ser maestra, incluso jugaba con mi hermano y mis primos a serlo y les corregía las tareas. Me gustaban mis profesores porque todos los días aprendía algo nuevo y pensaba que lo sabían todo. Recuerdo con más cariño a una gran maestra de infantil que tuve, que en cierto modo fue la que me dio ese empujoncito que me faltaba para decidirme a estudiar.
Ahora ya no juego a ser profesora, ahora soy un proyecto de maestra en 2º curso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario